Hasta cumplir el año de edad, el sentido más utilizado por los bebés es el tacto, todo lo cogen y todo lo tocan. Exploran con su boca principalmente, ya que es su zona más sensible. Y es que ya desde el vientre materno, el sistema nervioso está en funcionamiento. 

El masaje implica no sólo el contacto físico, sino la mirada, los gestos, y palabras. Éstos son algunos de los muchos beneficios de un masaje:

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- Hormona prolactina. Gracias al contacto con un bebé, los adultos segregamos ésta hormona, la cual ayuda a crear ese vínculo tan fuerte e importante durante los primeros años de vida. No sólo se relaja el bebé sino el adulto, es un momento tranquilo, sin agobios, un tú a tú.
 

- Reduce el estrés.Relacionado estrechamente con el desarrollo de su sistema inmunológico.

- Alivia de cólicos y gases. Con unas técnicas específicas podemos aliviarlos, ya que traen de cabeza a los adultos cuando el bebé no sabe expulsarlos por sí mismo. Son técnicas muy sencillas con las que sabrás cómo ayudarle cuando esté incómodo.-

 

- Regula la respiración. Coordinar el ritmo respiratorio con el ritmo al que se mueven las manos en el masaje les ayuda a regular su respiración y a relajarse tras momentos más agitados.
 

- Ayuda al flujo sanguíneo y desarrollo motor. Los menores que apenas se mueven mejoran su sistema circulatorio y mejoran su control postural así como fortalecen, relajan y tonifican sus músculos.
 

- Estimula el olfato. Al aplicar aceites naturales durante los masajes, estimulamos uno de los sentidos que menos se suele tener en cuenta pero es igual o tan importante. Los bebés lo utilizan, entre otros, para identificar a las personas y encontrar la leche materna.

- Estimula el oído. Ponemos música clásica, y el adulto se dirige al bebé en un tono suave y tranquilo, así exponemos al bebé a un momento cargado de estímulos aunque sin saturarle.
 

 

Son muchas, muchísimas las ventajas de los masajes, por lo que tratamos de ofrecer al menos una sesión semanal, un momento de encuentro único, en el que fortalecer los lazos de apego acompañante-peque. 

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Gracias a las ratios reducidas de nuestra escuela libre, máximo 4 peques por adulto, podemos permitir una atención personal con cada uno, dedicando tiempo y cariño a las relaciones de apego peque-acompañante.